Estudio de la eficacia comparativa de antiparasitarios gastrointestinales en la tortuga mediterránea (Testudo hermanni) en un ambiente naturalizado
Study of comparative efficacy of gastrointestinal antiparasitics in the Mediterranean tortoise (Testudo hermanni) in a naturalized environment
J. Aguiló-Gisbert, E. Giraldos-Gil, R. Gómez-Saldaña, V.M. Lizana-Martin, E. Chillida-Martínez, J.M. Gil-Puerto, J. Cardells-Peris
Contacto: jordi.aguilo@uchceu.es
Resumen
La tortuga mediterránea (Testudo hermanni) es un quelonio europeo que se halla severamente amenazado en la actualidad. Los problemas asociados a parásitos intestinales no son inusuales en estos reptiles. Por ello, ante la necesidad de bibliografía referente a su terapéutica, se decidió evaluar en esta especie la eficacia de antiparasitarios gastrointestinales, como el fenbendazol y el levamisol, en un ambiente naturalizado. Setenta ejemplares fueron distribuidos en cinco grupos distintos aleatorios y homogéneos en cuanto a sexo y edad de los individuos. De los cinco grupos dos fueron tratados con fenbendazol vía oral a dosis bajas (25 mg/kg) y altas (100 mg/kg), respectivamente, y otros dos grupos fueron medicados con levamisol vía intramuscular a dosis bajas (5 mg/kg) y altas (10 mg/kg). Un grupo control permaneció sin recibir ningún tratamiento durante todo el estudio. Ambos antiparasitarios resultaron efectivos una vez acabado el estudio, reduciendo la carga inicial de nematodos en todos los grupos, a pesar de que ninguno fue capaz de eliminar por completo los parásitos de las tortugas. El antiparasitario más eficaz en este trabajo fue el fenbendazol a 100 mg/kg, mientras que el levamisol fue menos eficaz a ambas dosis que el fenbendazol. La influencia del ambiente se vio reflejada en el grupo control, que disminuyó la carga parasitaria sin haber sido tratado.
Palabras clave: Testudo hermanni, fenbendazol, levamisol.
Clin Vet Peq Anim 2021, 41 (4): 221-229
Summary
Hermann’s tortoise (Testudo hermanni) is a European chelonian that is severely threatened nowadays. Problems associated with intestinal parasites aren’t unusual in these reptiles; so given the need for bibliography about their treatment, it was decided to evaluate the effectiveness of some antiparasitic agents, such as fenbendazole and levamisole, in this species. Seventy tortoises were divided into five different groups: two groups were treated with fenbendazole orally at low (25 mg/kg) and high (100 mg/kg) doses respectively, two groups were medicated with levamisole intramuscularly at low (5 mg/kg) and high (10 mg/kg) doses too, and the last group remained untreated to exercise as a control. Both antiparasitics turned out to be effective at the end of the investigation, decreasing the initial nematode burden in all groups, despite none of them being capable of completely eliminate the tortoises’ parasites. The most efficient antiparasitic in this research was fenbendazole at 100 mg/kg, whereas levamisole at both doses was less effective than fenbendazole. The environment influence was reflected in the control group, which had a decreased parasitic burden without having been treated.
Keywords: Testudo hermanni, fenbendazol, levamisol.
Clin Vet Peq Anim 2021, 41 (4): 221-229
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Introducción
En la tortuga mediterránea, como en la mayoría de las tortugas terrestres, los parásitos gastrointestinales más frecuentes son los nematodos, principalmente oxiúridos,1-12 pero también se suelen hallar protozoos, sobre todo ciliados y flagelados.1,2,4-6,10,12
Para el diagnóstico se recomienda la realización de aproximadamente tres análisis coprológicos seriados en un intervalo de dos semanas, ya que un solo resultado negativo no descarta la infestación parasitaria.4 Para el diagnóstico de nematodos y protozoos existen diversas metodologías de análisis coprológico entre las que se encuentran:2,4,6,13
⁻ Examen macroscópico: Observación directa de nematodos adultos en las heces; es poco sensible pero muy específico.
⁻ Extensión en fresco: Permite identificar huevos y larvas de nematodos y también protozoos (muestras frescas).
⁻ Métodos de flotación: Soluciones saturadas de cloruro sódico, glucosa, sulfato de zinc al 33 %, etc. Concentran las formas parasitarias y se pueden cuantificar.
⁻ Métodos bifásicos: Sedimentación y posterior flotación. Es más laborioso y permite recuperar un porcentaje mayor de formas parasitarias.
Si bien estos sistemas proporcionan normalmente resultados cualitativos (positivo/negativo), tanto con el método de flotación como en los bifásicos se puede utilizar la cámara de McMaster para cuantificar la carga parasitaria.
Los nematodos gastrointestinales asociados a estas tortugas presentan un ciclo biológico directo similar, en el que los huevos se eliminan en las heces y el hospedador se infecta ingiriéndolos, o ingiriendo las larvas de tercer estadio (L3) que se han desarrollado fuera del hospedador.2,3,8,9,14-17 Tanto oxiúridos como ascáridos infectan a través de huevos embrionados o larvados, respectivamente, que eclosionan en el intestino delgado del hospedador. En el caso de los ascáridos, presentan una migración intraorgánica y los adultos se localizan en el intestino delgado; en el caso de los oxiúridos las larvas se desarrollan completamente en el intestino grueso.2,15,17
Muchos oxiúridos se consideran comensales de estas tortugas, previniendo la constipación y regulando la flora intestinal.8-10 No obstante, pueden acarrear problemas cuando suponen una elevada carga parasitaria, como anorexia, diarreas e incluso muerte post-hibernación en individuos juveniles.10 Los ascáridos, por otro lado, no son tan habituales en el tracto gastrointestinal de estos quelonios y pueden ocasionar obstrucciones y ulceraciones graves, además de migrar y producir patologías extraintestinales.2,3,5,11,14,17
En cuanto a los protozoos gastrointestinales de las tortugas, se suelen transmitir mediante ooquistes o quistes infectantes en las heces que son ingeridos por el hospedador y que, a su vez, producen trofozoítos que invaden el intestino y originan nuevos ooquistes o quistes.2
Como ocurre con los nematodos, muchos de estos protozoos se encuentran de forma natural en las tortugas sin ser completamente patógenos.10,15,18 Algunos ciliados pueden facilitar la digestión de celulosa, aunque cuando son numerosos pueden indicar perturbación gastrointestinal.2,18 Los flagelados también se suelen considerar no patógenos, aunque pueden ocasionar anorexia y diarrea en parasitosis más graves; además, hay especies en los que pueden resultar muy patógenos, como Hexamita parva, que puede causar patologías renales severas.2,10,18,19
Escoger el tratamiento antiparasitario más adecuado puede ser complicado debido a la gran variabilidad existente en la bibliografía disponible, así como la falta de estudios de eficacia de las diferentes pautas terapéuticas. Sin embargo, existen fármacos que resultan tóxicos y se debe evitar administrarlos en tortugas, como es la ivermectina,14,20 que en algunas especies se ha demostrado que puede ocasionar paresis, parálisis flácida, lipidosis hepática e incluso la muerte.2-4,6,21,22
Entre los antiparasitarios más utilizados en tortugas frente a parásitos internos, se encuentran el fenbendazol, el levamisol y el praziquantel, entre otros. Los dos primeros se emplean frecuentemente frente a nematodos, siendo el fenbendazol el más usado, mientras que se recurre al praziquantel en caso de cestodos y trematodos. Sin embargo, en caso de protozoos no es necesario tratar si la carga es excesiva y la salud del animal puede verse comprometida, siendo el tratamiento más empleado en este caso el metronidazol.2
Algunas de las dosis, vías de aplicación y pautas de administración descritos de estos fármacos son las siguientes:
⁻ Fenbendazol:
⁻ Reptiles: 50-100 mg/kg PO o percloacal SID, repetir en 14 días.4,17,23
⁻ Testudo hermanni: 50 mg/kg PO SID durante 5 días, repetir los días 20 y 24; 100 mg/kg PO dosis única.7,24
⁻ Testudo graeca: 100 mg/kg percloacal dosis única;25 50 mg/kg PO SID, repetir en 21 días.19
⁻ Terrapene spp.: 100 mg/kg PO cada 48 h durante 3 días, repetir en 3 semanas.20
⁻ Levamisol:
⁻ Reptiles: 10-50 mg/kg SC, IP, IC SID, repetir tras 2 semanas;4,23 5-10 mg/kg PO, repetir tras 2 semanas.17
⁻ Tortugas asiáticas (Manouria emys, Orlitia borneensis, etc.): 5 mg/kg IC, repetir en 10-14 días.26
⁻ Trachemys scripta elegans: 10 mg/kg IM, IV o SC.14
⁻ Chelonia midas: 5 mg/kg IM o SC.27
⁻ Praziquantel:
⁻ Reptiles: 7,5 mg/kg SC para cestodos, o 20-30 mg/kg PO y repetir a los 14 días para trematodos;4 85,5 mg/kg (+21,5 mg/kg emodepside) tópicamente;3 3-10 mg/kg IM o PO, posibilidad de repetir a las 2 o 3 semanas.23
Los benzimidazoles, como el fenbendazol y el mebendazol, actúan inhibiendo el metabolismo energético de los parásitos susceptibles, impidiendo el consumo de glucosa y el intercambio de energía.21,23 Además, se unen a las moléculas de tubulina e imposibilitan la formación de microtúbulos y, por tanto, la división celular, lo que provoca la muerte celular de los parásitos diana.23,28-31 Estos antiparasitarios son eficaces principalmente frente a nematodos, pero también frente a algunos cestodos y protozoos.6,24,32,33 El fenbendazol, pese a considerarse seguro administrado a las dosis correctas, puede afectar a las tortugas sistémicamente, produciendo mielosupresión, alteraciones gastrointestinales y alteraciones hematológicas en algunos casos.3,14,24,31
Por su parte, el levamisol, además de poseer propiedades inmunomoduladoras en otras especies31 que no han sido demostradas en reptiles, se ha visto que es capaz de alterar la función de los receptores nicotínicos de acetilcolina de los parásitos susceptibles, ocasionando la despolarización de sus membranas musculares y paralizándolos.29,30,34,35 A pesar de no ser activo sobre cestodos, el levamisol sí resulta eficaz frente a otros parásitos como los nematodos.33 Es un fármaco que presenta un reducido margen de seguridad, por lo que si no se dosifica correctamente puede resultar tóxico y ocasionar, entre otras alteraciones, sintomatología nerviosa y depresión respiratoria.30,36
En el caso del praziquantel, activo ante cestodos y trematodos sobre todo, se desconoce su mecanismo de acción exacto; no obstante, mediante estudios in vitro se ha comprobado que, dependiendo de la concentración, puede dificultar la fijación del cestodo o trematodo al hospedador, estimular la contracción del parásito de forma irreversible e incluso dañar su sistema tegumentario haciéndolo más susceptible a la digestión.3,28 Además de ser un cestocida eficaz, es uno de los antiparasitarios más seguros, pudiendo aparecer, aunque no de forma frecuente, signos como salivación, vómitos o diarrea si se produce una sobredosificación.30
El objetivo de este estudio consiste en evaluar la eficacia de diferentes tratamientos antiparasitarios (levamisol y fenbendazol a diferentes dosis) utilizados conjuntamente en un ambiente naturalizado en la especie Testudo hermanni.
Material y métodos
Para conseguir el objetivo propuesto, se planteó realizar un estudio de cohorte con diferentes fármacos antiparasitarios y distintas dosis.
La población de estudio escogida pertenece al programa de cría gestionado por la Generalitat Valenciana y el Centro de Recuperación de Fauna CRF “La Granja”, situado en el Saler (Valencia). Las tortugas se encuentran en dos cercados exteriores totalmente naturalizados con abundante vegetación mediterránea: uno de 500 m² (Fig. 1) donde se ubican los reproductores y otro de unos 300 m² (Fig. 2) donde se alojan individuos en cuarentena o fuera del programa de reproducción por otros motivos. El estudio se realizó entre los meses de septiembre y octubre de 2019, en los que se registró una temperatura media de 25 ºC (con una mínima de 21,3 ºC y una máxima de 35,0 ºC) y una precipitación acumulada de 155,4 l/m².
Figura 1
Cercado uno (500 m2).
Figura 2
Cercado dos (300 m2).
Se realizó la selección aleatoria de una muestra homogénea y representativa de setenta individuos clínicamente sanos de los dos cercados, la mayoría adultos o subadultos de entre 200 y 1500 gramos de peso, siendo la mediana del grupo 604 g. Previo a su inclusión en el estudio se realizó un examen físico completo a todos los ejemplares; posteriormente, se constituyeron cinco grupos, de forma heterogénea en cuanto a sexo y edad, para poder administrar a cada uno un tratamiento distinto, excepto uno control que no recibiría tratamiento (grupo control). Cada grupo estuvo compuesto por 8-13 individuos, cada individuo era identificado con un color según el grupo y por un código numérico según el marcaje de los escudos laterales37 (Fig. 3). Los animales permanecieron en los dos recintos a lo largo del estudio para simular una situación naturalizada. Durante el estudio no se añadieron nuevos animales a los recintos, no se cambió la alimentación ni se les sometió a un estrés añadido.
Figura 3
Los individuos fueron identificados individualmente.
La distribución de los tratamientos en los distintos grupos fue la siguiente:
⁻ Grupo Lev10: Levamisol a dosis altas (10 mg/kg IM).
⁻ Grupo Lev5: Levamisol a dosis bajas (5 mg/kg IM).
⁻ Grupo Fen100: Fenbendazol a dosis altas (100 mg/kg PO).
⁻ Grupo Fen25: Fenbendazol a dosis bajas (25 mg/kg PO).
⁻ Grupo Contr: Control.
Durante los meses de septiembre y octubre de 2019, se realizó la siguiente cronología de actuaciones:
⁻ Día 0: Selección de la muestra, identificación de los individuos, pesaje y marcaje de los grupos, recogida de heces pretratamiento, exploración física, primera desparasitación y análisis coprológico pre-tratamiento.
⁻ Día 7: Recogida de heces, exploración física, pesaje y primer análisis coprológico post-tratamiento.
⁻ Día 14: Recogida de heces, exploración física, pesaje, segunda desparasitación y segundo análisis coprológico post-tratamiento.
⁻ Día 21: Recogida de heces, exploración física, pesaje y tercer análisis coprológico post-tratamiento.
⁻ Día 30: Recogida de heces, exploración física, pesaje y cuarto análisis coprológico post-tratamiento.
Se utilizó el método de sedimentación-flotación McMaster modificado (Fig. 4); la técnica se ajustó en cuanto a la cantidad de heces y agua añadida para expresar los resultados en huevos por gramo de heces (hpg). A las muestras inferiores a un gramo solo se añadía 10 ml de agua, las muestras que pesaban entre uno y dos gramos se mezclaban con 20 ml de agua, y en las muestras entre dos y tres gramos las heces se disgregaban con 42 ml de agua. La fórmula para el cálculo de huevos por gramos de heces (hpg) fue la siguiente:
*RD: recuento directo de formas parasitarias en la cámara de McMaster
Para determinar si existían diferencias significativas entre los recuentos de huevos por gramo de heces se usó la prueba F de Fisher, de paquete Excel de Microsoft 365, como sigue:
⁻ Estadísticamente significativo: Si la comparación (prueba F) < 0,05.
⁻ Estadísticamente no significativo: Si la prueba F > 0,05.
Figura 4
Técnica de McMaster modificada para el recuento de huevos.
Resultados
Los huevos encontrados en las coprologías de los quelonios (Fig. 5) pertenecían a la familia Pharyngodonidae, que pertenece al grupo de los oxiúridos de quelonios (suborden Oxyurina). Los recuentos de huevos por gramo de heces (hpg) de los cinco grupos presentaron medias diferentes, pero no existían diferencias significativas (p<0,05) entre ellos en el día 0 del ensayo. Los recuentos de hpg a lo largo del ensayo siguieron un patrón general semejante (Fig. 6 y Tabla 1).
Figura 5
Huevo de oxiúrido (a) y quiste de Nyctotherus (b).
Figura 6
Representación gráfica de las medias por grupo de recuentos de hpg (huevos por gramo de nematodos a lo largo de los 30 días del experimento). Grupo Lev10: levamisol a dosis altas (10 mg/kg IM/SC); Grupo Fen25: fenbendazol a dosis bajas (25 mg/kg PO); Grupo Lev5: levamisol a dosis bajas (5 mg/kg IM/SC); Grupo Contr: control; Grupo Fen100: fenbendazol a dosis altas (100 mg/kg PO).
Media de hpg (huevos por gramo) por grupo y día de estudio. Grupo Lev10: levamisol a dosis altas (10 mg/kg IM/SC); Grupo Fen25: fenbendazol a dosis bajas (25 mg/kg PO); Grupo Lev5: levamisol a dosis bajas (5 mg/kg IM/SC); Grupo Contr: control; Grupo Fen100: fenbendazol a dosis altas (100 mg/kg PO). IC 95%: intervalo de confianza al 95%.
Una semana después del primer tratamiento las medias de los recuentos de hpg descendieron, incluido el grupo control, existiendo diferencias significativas entre los recuentos del día 0 y del día 7, excepto en el grupo control en el que, a pesar de que los recuentos de hpg descendieron, no se hallaron diferencias significativas (p>0,05). Todos los recuentos de hpg en el día 15 del ensayo aumentaron respecto al día 7 aunque las diferencias no fueron significativas en los grupos, excepto en el grupo Lev10 en el que sí que se hallaron diferencias significativas. Los recuentos de hpg del día 21 descendieron en todos los grupos de nuevo, incluido el grupo control, siete días después del segundo tratamiento que fue el día 15 del ensayo. A pesar del descenso de los recuentos de hpg, no existían diferencias significativas entre los días 15 y 21 en ningún grupo, incluido el grupo control, a excepción del grupo Fen100. El día 30 del ensayo, siete días después del tercer tratamiento antiparasitario, fue el que presentó menor recuento de hpg en todos los grupos, existiendo diferencias significativas en todos los grupos entre los recuentos del día 0 y los del día 30, incluido el grupo control que no recibió ningún tratamiento antiparasitario durante todo el estudio.
En el día 30 del ensayo, se observó que los grupos mostraban diferencias significativas entre sí respecto a la carga parasitaria final. No obstante, se comprobó que había dos pares de grupos entre los que no las había: no se hallaron diferencias significativas entre los grupos Lev10 y Fen25, ni tampoco entre los grupos Lev5 y Control, siendo los resultados de estos grupos semejantes. El grupo Fen100 fue el único grupo que mostraba diferencias significativas con el resto, siendo además el que menor carga parasitaria presentó al final del estudio, como se pudo comprobar con los recuentos (Tabla 1).
A pesar de esas diferencias, al final del estudio la tendencia general seguida por toda la muestra poblacional, incluido el grupo control, fue la disminución de la carga parasitaria inicial (Fig. 6).
Discusión
En el presente trabajo, prácticamente todos los individuos presentaban parasitismo por oxiúridos: de las 320 coprologías realizadas, tan solo en 29 no se encontró ninguna forma parasitaria, y estas se encontraban al final del ensayo en el grupo Fen100. La literatura recoge que el parasitismo es muy frecuente en los quelonios, sobre todo en los de la especie Testudo hermanni.5,6,11 Los nematodos más frecuentes en las tortugas son oxiúridos y ascáridos, así como protozoos del género Nyctotheroides y Balantidium.2,5,6,9-11,16 En este estudio la presencia de ascáridos ha sido muy escasa y hay un claro predominio de nematodos del grupo de los oxiúridos; de hecho, no se ha incluido a los ascáridos en los recuentos de hpg, a diferencia de otros trabajos en los que se observó una mayor cantidad de ascáridos que de oxiúridos, sobre todo del género Angusticaecum spp.8,36
La frecuente presencia de los oxiúridos en las tortugas podría deberse a diversos factores como su escasa patogenicidad, su reducida heterogeneidad genética y su capacidad de sobrevivir a la hibernación, convirtiéndoles en comensales habituales del intestino de estos reptiles.10,11,13,38,39
El fenbendazol es el antiparasitario más usado como antihelmíntico en quelonios;2,4,6,7,20,25,32 en recientes estudios se ha indicado que la eficacia ha ido disminuyendo a lo largo de los años, posiblemente debido a la generación de resistencias a los benzimidazoles.3,14,29 El levamisol también se ha empleado en numerosas ocasiones frente a nematodos, considerándose en algunos estudios como otra opción de gran eficacia frente a estos parásitos.14,17,26,27,29
La comparación entre estos fármacos ya se realizó anteriormente en un estudio con sapos de Houston (Bufo (Anaxyrus) houstonensis),40 en el que se evaluó la eficacia de una dosis determinada de cada medicamento. En el trabajo actual, además de realizar la comparación en quelonios de la especie Testudo hermanni, se decidió establecer dos dosis diferentes de cada fármaco y realizar el estudio en un ambiente naturalizado, con el objetivo de indagar un poco más en la eficiencia de estos en una situación real. El fenbendazol se administró vía oral, ya que, a pesar de que la administración percloacal se ha estimado eficaz en diversos estudios,4,25 sigue siendo la vía más utilizada y con la que más comparaciones se pueden hacer. En cuanto al levamisol, al haber una mayor variedad de vías de administración descritas, se optó por la vía intramuscular que, en estudios como el de Corum et al,14 resultó más efectiva que otras como la intravenosa o la oral.
En el presente ensayo clínico el fenbendazol presentó mayor eficacia, consiguiendo descensos considerables en los recuentos de hpg a dosis bajas (grupo Fen25) y resultando ser el tratamiento más eficaz al administrarse en dosis elevadas (grupo Fen100). El grupo Fen100 presentó los recuentos más bajos en el día 30 del ensayo, existiendo diferencias significativas con todos los grupos. Por otro lado, los grupos en los que se administró levamisol a ambas dosis (Lev10 y Lev5) presentaron mayores recuentos de hpg. Por tanto, la eficacia de este antiparasitario fue menor, no hallándose diferencias significativas (p>0,05) entre los grupos Lev5 y Lev10 con los grupos control y Fen25. Estos hallazgos difieren con los obtenidos en el estudio de Bianchi et al.,39 donde tanto el levamisol como el fenbendazol exhibieron resultados similares en cuanto a eficacia. De esta forma, el tratamiento que destacó sobre el resto, reduciendo casi sesenta veces la carga inicial, fue el consistente en 100 mg/kg de fenbendazol vía oral, descrito en estudios como el de Gianetto et al.7 en el que obtuvo una efectividad similar al oxfendazol oral a una dosis de 66 mg/kg. Por el contrario, el levamisol no mostró una eficacia relevante, únicamente pudiendo equipararse al fenbendazol cuando este se aplicaba a dosis bajas; esto refleja que, por lo menos a las dosis administradas y en las condiciones estudiadas, el levamisol no se puede considerar una alternativa igual de eficaz que el fenbendazol.
La seguridad de los tratamientos es otra razón por la que resultaba interesante comparar estos dos fármacos. Durante el presente estudio, se produjo una baja entre el total de individuos que participaban en el experimento, Esta muerte se dio entre las tortugas pertenecientes al grupo Lev10. Los hallazgos en la necropsia y el estudio histopatológico determinaron que el animal falleció por una inflamación e infección de origen respiratorio, lo que no refleja una clara relación entre la muerte y el tratamiento aplicado. Se desconoce así si el tratamiento con altas dosis de levamisol está relacionado con esta muerte, aunque la misma pauta de tratamiento fue utilizada por Corum et al.,14 y no solo no hubo problemas aparentes, sino que fue tolerada correctamente por las tortugas. No obstante, cabe remarcar que existen otras publicaciones donde se advierte del reducido margen de seguridad que posee el levamisol,2 así como de los efectos tóxicos que puede acarrear, entre ellos convulsiones, signos nerviosos y problemas respiratorios consecuencia de una parálisis pulmonar.30 En cuanto al fenbendazol, tampoco se observaron signos que indicasen algún problema patológico en los quelonios, ni murió ningún animal tras la administración del fármaco. Como indican Neiffer et al.,30 esta seguridad, o buena aceptación del fármaco, es lo que ha hecho que, durante muchos años, se haya empleado el fenbendazol con tanta frecuencia. Sin embargo, en su estudio comprobaron que, pese a que las tortugas no presentaban signos de enfermedad, sí se daban alteraciones hematológicas que podrían resultar peligrosas en individuos con alguna patología. Esto lleva a reflexionar sobre la necesidad de estudiar en mayor profundidad los aspectos tóxicos de estos fármacos, sobre todo en los más utilizados como el fenbendazol. De esta forma, sería recomendable que, de manera simultánea a la instauración de un tratamiento, se revisase a los animales periódicamente, tanto a nivel externo como interno mediante un chequeo clínico y analítica14,31 para asegurar el correcto estado general del paciente y poder interrumpir la terapia ante algún desequilibrio grave en el organismo que pueda suponer una alteración en el metabolismo del fármaco.
Mientras que en otros estudios como el de Giannetto et al.7 no fue necesaria la administración de una segunda dosis de fenbendazol para reducir la carga de hpg, en el estudio que presentamos aquí se administraron tres dosis de fenbendazol a 100 mg/kg. Sin embargo, existe una diferencia importante entre los dos trabajos: en el estudio de Giannetto se limpiaba diariamente el recinto de las tortugas de heces y de comida, mientras que en el presente estudio no se actuaba sobre el medio. Las heces son foco de contaminación de medio y de infección de las tortugas, por lo que en situaciones más naturales podría ser necesaria la administración de varias dosis de antiparasitario. El presente estudio ha sido realizado en condiciones naturalizadas, asemejándose más a una situación real, en la que la presencia de huevos en el ambiente puede seguir reinfestando a los individuos a lo largo del estudio.
Aun siendo el fenbendazol más eficaz que el levamisol, una sola dosis de 100 mg/kg no fue suficiente para eliminar la totalidad de la carga parasitaria. Fueron necesarios tres tratamientos para reducir significativamente la eliminación de huevos de oxiúridos.
Esta controversia en cuanto a la eficacia del fenbendazol, sumada a los problemas hematológicos que puede ocasionar, las resistencias que muchos parásitos ya han generado y la dificultad que supone en ocasiones medicar a las tortugas vía oral, motiva la búsqueda de nuevos tratamientos que sirvan de alternativa. Un ejemplo de ello se puede encontrar en el trabajo de Tang et al.3 que evalúa la eficacia de una combinación tópica de praziquantel y emodepside en tortugas. Se comprobó que protocolos concretos de fenbendazol continuaban siendo ligeramente más eficaces, aunque el tratamiento con praziquantel y emodepside ofrecía un efecto antihelmíntico casi equiparable mediante una vía de aplicación mucho más práctica y de forma bastante más segura. De esta forma, a pesar de que es necesario investigar más sobre estos fármacos y las diferentes dosis a administrar, este tratamiento tópico podría ser una buena alternativa en situaciones de difícil manejo o de resistencia frente al fenbendazol, entre otras.
Por último, otro aspecto que este estudio puso de manifiesto fue la posibilidad de que el ambiente influyese en la eficacia de los tratamientos. En el presente estudio los animales no fueron aislados ni trasladados a otro lugar, sino que tras el manejo, eran devueltos al mismo ambiente original, conviviendo así tanto los animales seleccionados para el proyecto como el resto de individuos del centro; además, con el objetivo de intentar reproducir lo que sucedería en un entorno silvestre, los habitáculos de las tortugas no recibieron ningún tipo de modificación o limpieza durante todo el estudio.3 De este modo se pudo comprobar que, tras un primer tratamiento, si no se volvía a tratar ni se mantenía una correcta higiene del ambiente, se producía la reinfestación parasitaria de los animales. Esta naturalización del estudio también reveló un efecto indirecto en el grupo control que, a pesar de no haber recibido ningún tipo de tratamiento, experimentó una disminución de la carga parasitaria al final del estudio. Este hecho se debió posiblemente a la desparasitación de los ejemplares tratados, los cuales eliminarían una menor cantidad de huevos en las heces y contribuirían a la reducción de la contaminación ambiental del medio, aunque se requieren más estudios para validar este último aspecto. No obstante, al no limpiar los alojamientos, no fue posible eliminar por completo la carga ambiental, lo que podría haber repercutido en la eficacia del tratamiento y dificultar la eliminación total de la carga parasitaria por parte de los individuos.
En el estudio que Giannetto et al.7 realizaron con tortugas mediterráneas en Italia se utilizó el fenbendazol (a 100 mg/kg) y la eliminación de huevos se redujo en casi su totalidad tras la primera dosis. El estudio de Giannetto y el presente estudio difieren en algún aspecto, por ejemplo que en el presente ensayo no se limpiaba el ambiente y en el trabajo de Giannetto sí se hizo. Esta actuación de limpieza del medio puede influenciar en los resultados de ambos trabajos; en el ensayo italiano con una sola dosis se redujo sustancialmente la eliminación de huevos, mientras que en nuestro ensayo fueron necesarias hasta tres dosis. Posiblemente esto se debería a que en el primero no se produjeron reinfecciones y en el nuestro sí.
Como conclusión, el fármaco más eficaz de los evaluados en este estudio, fue el fenbendazol administrado a una dosis de 100 mg/kg vía oral. El levamisol no fue capaz de igualar la efectividad del fenbendazol en ninguna de las dosis administradas en las condiciones de nuestro estudio. El grupo control, sin tratamiento antiparasitario alguno, disminuyó la carga parasitaria. Se requieren más estudios para valorar si la desparasitación de un grupo de individuos de una población puede repercutir en la carga parasitaria de individuos no desparasitados del mismo grupo.
Agradecimientos
Queremos agradecer al Centro de Recuperación de Especies del Saler perteneciente a la Conselleria de Agricultura, Desarrollo Rural, Emergencia Climática y Transición Ecológica su ayuda y colaboración en la realización del presente estudio. Asimismo, queremos agradecer al Grupo de Medicina y Cirugía de Animales exóticos (GMCAE) de AVEPA la posibilidad de realizar este trabajo mediante la concesión de la Beca de financiación de Proyectos de Estudios Clínicos Originales y/o Experimentales del GMCAE-AVEPA en su convocatoria 2019-2020.
Fuente de financiación: el presente estudio ha sido realizado con la financiación de la “Beca de Financiación de Proyectos de Estudios Clínicos Originales y/o Experimentales del GMCAE-AVEPA 2019-2020”.
Conflicto de intereses: los autores declaran no tener ningún tipo de conflicto de interés.
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