Los pacientes felinos en medicina veterinaria
Cuando me invitaron a escribir el editorial de la Revista AVEPA no sabía bien por qué temática decidirme, pero siendo una apasionada de los gatos no me fue difícil. Cuando empecé mi carrera profesional oía la frase “los gatos no son perros pequeños” sin prestarle mucha atención, pero tal como vas ganando experiencia en la clínica te das cuenta de lo verdaderamente diferentes que los felinos son de los perros. Soy consciente de su manejo antes, durante y después de su visita a nuestra consulta, y es algo que he ido variando y, creo que, mejorando, a lo largo de los años. Esto es algo que sin duda también se empieza a reflejar en muchas clínicas y hospitales veterinarios, aunque todavía nos queda mucho camino por recorrer. Dedicarles tiempo en la consulta, permitirles unos minutos para sentirse cómodos, realizar un examen con paciencia y calma, resulta que da muy buenos resultados...Como también los consigue ahora nuestra buena amiga gabapentina.
La creación de una sala de espera exclusiva para los gatos, el uso de consultas únicamente para ellos y la separación real de las jaulas de hospitalización dan también, por supuesto, buenos resultados. Una vez hospitalizados hemos podido experimentar de manera evidente la mejora en los niveles de estrés, proporcionándoles lugares en las mismas donde se puedan esconder. Con una simple caja de cartón de un solo uso basta. Y si le añadimos Feliway® y música ambiente, ya subimos de nivel de manera exponencial. ¡Creemos un ambiente en el que la mayoría de nosotros querríamos estar!
A la hora de su manejo, la frase "menos es más” resulta muy explicativa. El intentar darles su tiempo, el no sujetarlos por el cuello, el darles premios mientras realizas un examen clínico, sea de la disciplina que sea, o incluso mientras realizas una extracción de sangre, muchas veces funciona realmente bien. En nuestras consultas de oftalmología, donde hay que realizar un examen muy próximo a la cara del animal, la técnica nos funciona en la mayor parte de los casos. Pero como menciono al principio, la gabapentina nos permite trabajar con los gatos más problemáticos. Aunque su uso no elimina el que dejemos de aplicar el resto de los consejos, pero todo suma.
Seguro que ya implementáis la mayor parte de los consejos que menciono en el texto, pero si no lo hacéis todavía, os animo a realizar pequeños cambios, y ya veréis la diferencia. Y, además , esto también nos beneficia a nosotros, minimizamos el estrés de manera bilateral.
Espero que disfrutéis de los artículos de esta nueva entrega de la revista AVEPA.
Un saludo a todos.
Elena Fenollosa Romero
European and RCVS Veterinary Ophthalmology Specialist EBVS®
Jefa de Servicio Oftalmología Universidad Católica de Valencia
Oftalmóloga visitante The Ralph, Reino Unido
Directora de Formación Panacea-Vet