Revista Oficial de AVEPA

Clínica Veterinaria de Pequeños Animales - Volumen 38 / Nº 2 / Junio 2018

Journal Club

Fecal microbiota transplantation in puppies with canine parvovirus infection

Autores: Pereira GQ, Gomes LA, Santos IS, Alfieri AF, Weese JS, Costa MC

Revista: J Vet Intern Med

Año: 2018

Número: 32(2): 707-711

 

Tipo de estudio

Estudio clínico controlado prospectivo aleatorizado en que se analiza el trasplante de microbiota fecal (TMF) en cachorros con parvovirosis (infección por el parvovirus canino 2b (CPV-2b) confirmada mediante PCR de muestras fecales).

 

Objetivo del estudio

Valorar la seguridad y beneficios del TMF en perros cachorros con gastroenteritis hemorrágica aguda producida por la infección por CPV-2b.

 

Diseño y resultados principales

Se incluyen 66 perros de 2 hospitales veterinarios. 33 perros recibieron tratamiento estándar (TS, fluidos, antibióticos, antieméticos, antiácidos) y 33 perros recibieron TS más TMF que se administró de 6 a 12 horas después del ingreso. Las heces que se usaron fueron del mismo perro obtenidas durante 2 semanas consecutivas y congeladas a -20º en alícuotas de 10 g. Los 10 g de heces se mezclaron con 10 ml de suero fisiológico y se administraron vía rectal mediante sonda urinaria sin sedación. La administración se repitió cada 48 horas hasta un máximo de 5 veces, al que no se llegó en ningún perro. Ninguno de los animales que recibieron TMF presentó efectos adversos asociados. La mortalidad fue del 36,4% (12/33) en el grupo en TS versus 21,2% (7/33) en el grupo en TS más TMF. En el grupo en TS más TMF el 61% de los perros dejaron de tener diarrea en 48 horas, mientras que solamente fueron el 4,8% en el grupo en TS. La resolución de la diarrea entre 48 y 96 horas fue similar en ambos grupos, mientras que solamente 2 perros del grupo en TS + TMF tardó más de 96 horas en normalizar las heces versus 11 perros en TS. Los pacientes en TS estuvieron un promedio de 5,57 días de hospitalización; en cambio, los perros en TS + TMF, 3,31 días.

 

Conclusión / discusión

La administración en este estudio de TMF fue segura y no se observaron efectos adversos. Los perros tratados con TS + TMF normalizaron las heces de forma más rápida y se redujeron los días de hospitalización de forma significativa. En este estudio no se analizó el mecanismo por el cual el TMF puede ayudar a mejorar el cuadro clínico en una infección vírica, pero la hipótesis es por la repoblación de la microbiota y sus metabolitos asociados. La mortalidad fue menor en el grupo en TS + TMF, aunque la diferencia no fue estadísticamente significativa.

 

Grado de medicina basada en la evidencia

Grado III (evidencia moderada, no fue un estudio doble ciego y los perros en el grupo en TS + TMF eran ligeramente mayores que el grupo en TS).

Computed tomography, radiology and echocardiography in cats naturally infected with Aelurostrongylus abstrusus

Autores: Lacava G, Zini E, Marchesotti F, Domenech O, Romano F, Manzocchi S, Venco L, Auriemma E

Revista: J Feline Med and Surg.

Año: 2017

Número: 19(4):446-453

 

Tipo de estudio

Estudio clínico retrospectivo (2012-2013) con gatos diagnosticados de Aelurostrongylus abstrusus.

 

Objetivo del estudio

Describir los hallazgos radiográficos, por tomografía computarizada (TC) y ecocardiografía de gatos infestados de forma natural por Aelurostrongylus abstrusus y ver la relación entre la infestación del parasito pulmonar y la presencia de hipertensión pulmonar.

 

Diseño y resultados principales

La aelurostrongilosis felina se había considerado hasta ahora una enfermedad esporádica; sin embargo, en los últimos años se está presentando con mayor frecuencia alcanzando entre un 22-25 % de los gatos que viven en libertad. La infestación suele ser subclínica o se caracteriza por diversos síntomas respiratorios, además de letargia, depresión y pérdida de peso. Se incluyeron en el estudio catorce gatos (media de edad de 24 meses), que resultaron positivo al test de Baermann para A. abstrusus entre diciembre del 2012 y junio del 2013. En todos los animales se realizaron radiografías (lateral derecha y dorsoventral) y TC de la cavidad torácica y ecocardiografía. Los síntomas más frecuentes fueron tos en el 71,4 % y disnea el 35,7 % de los casos. Tanto en las radiografías como en el TC, el modelo intersticial no estructurado fue el más frecuente, seguido de broncointersticial, y observándose además linfoadenopatía esternal en el 42,9% de los casos con la radiografía y en el 78 % con TC. En el estudio ecocardiográfico no se observó ninguna alteración.

 

Conclusión / discusión

Los resultados de este estudio sugieren que los gatos infestados de forma natural por A. abstrusus presentan una amplia gama de cambios en los pulmones que se observan en las radiografías y en TC, siendo el modelo intersticial no estructurado el que se da con mayor frecuencia, y linfoadenopatía esternal. Por lo tanto, la aelurostrongilosis debe de incluirse en el diagnóstico diferencial en aquellos gatos que presenten un patrón intersticial no estructurado, broncoalveolar o nodular, y linfoadenopatía. Además, según este estudio los gatos con aelurostrongilosis no parece que desarrollen hipertensión pulmonar, tal como se demostró en el estudio ecocardiográfico.

 

Grado de medicina basada en la evidencia

Evidencia de grado IV, serie de casos con una muestra pequeña.

Prospective evaluation of surgical management of sliding hiatal hernia and gastroesophageal reflux in dogs

Autores: Philipp D. Mayhew, Stanley L. Marks, Rachel Pollard, William T. N. Culp, Philip H. Kass Caceres, K.A. Agnello

Revista: Vet Surg

Año: 2017

Número: 46:1098–1109

 

Tipo de estudio

Prospectivo

 

Objetivos del estudio

El objetivo del estudio es evaluar prospectivamente la respuesta clínica al tratamiento quirúrgico de una hernia hiatal por deslizamiento (HHD) y/o el reflujo gastroesofágico (RG) utilizando un score clínico estandarizado y videofluoroscopia. También pretenden evaluar la geometría del esfínter esofágico distal usando planimetría por impedancia en preoperatorio, perioperatorio y postoperatorio.

 

Diseño y resultados principales

En este estudio se incluyeron 17 perros con signos clínicos y videofluoroscópicos compatibles con una HHD y/o RG entre 2012 y 2015. Se tuvieron en cuenta: anamnesis, signos clínicos, examen físico completo, resultados de análisis sanguíneos (bioquímica/hematología), ecografía abdominal y radiografías torácicas. Los propietarios debían rellenar un cuestionario estandarizado sobre la disfagia de su perro en preoperatorio y entre los 2-6 meses postoperatorios. Se realizó al menos un estudio videofluoroscópico preoperatorio en cada paciente, que consistía en 3 tomas líquidas y 3 sólidas; además de un estudio con presión abdominal para evaluar la presencia en HHD bajo condiciones de de presión intraabdominal aumentada. También se realizó un estudio de planimetría por impedancia (PI), que consiste en el estudio en tiempo real de las características geométricas del lumen de las estructuras gastrointestinales. La técnica quirúrgica consistió en una frenoplastia (reducción del diámetro del hiato esofágico), una esofagopexia entre la musculatura crural del diafragma y la capa seromuscular del esófago distal o cardias, y, para terminar, una gastropexia incisional del fundus en el lado izquierdo. La edad media de los perros en el momento de la cirugía fue de 14 meses (6-96 meses) y el peso medio 9 kg (3,9-23,4kg). Los signos clínicos más frecuentes incluyen regurgitación (13 perros), vómitos (4) y neumonía por aspiración (4). La edad media de aparición de los síntomas fue a los 11 meses, con 5 meses de duración de los signos clínicos antes de la cirugía. Los propietarios de 9 perros describieron una aparición gradual de los signos clínicos, mientras que los 8 restantes describieron una aparición repentina. El examen clínico no presentaba ninguna anomalía en 7 casos; se detectó una respiración ruidosa en 5; estenosis de narinas en 4; soplo cardiaco en 2 y luxación de rótula en 1 caso. Los resultados de los test sanguíneos fueron no específicos. Ninguno de los perros se había tratado quirúrgicamente anteriormente por una hernia hiatal o síndrome braquiocefálico. Se administraron previamente al tratamiento quirúrgico tratamiento médico a base de omeprazol (12 casos), sucralfato (7 casos), cisapride (6 casos), famotidina (5), metoclopramida (4), maropitant (2) y ranitidina (1). Las radiografías torácicas preoperatorias mostraron signos de neumonía por aspiración en 4 perros, de los cuales persistían en 2 en las radiografías postoperatorias. La ecografía abdominal mostró signos digestivos en 9 casos (inflamación del intestino en 2, posición craneal del estómago en 1, hipertrofia pilórica en 1 entre otras). Todos los pacientes se sometieron a una frenoplastia, una esofagopexia y una gastropexia; y en 4 de ellos se trató un componente del síndrome braquiocefálico en el mismo tiempo quirúrgico. El tiempo quirúrgico para el tratamiento de la HHD y el estudio de PI fue de 90’ y el tiempo de anestesia total fue de 165’. Todos los perros se recuperaron bien de la cirugía. En 12 perros se realizó una videofluoroscopia pre y postoperatoria y la severidad de la HHD mejoró en postoperatorio en 7 perros, en 4 se mantuvo igual y empeoró en 1 caso; el RG mejoró en 8 perros en postoperatorio basándonos en el estudio de videofluoroscopia. Ninguno de los parámetros medidos en la PI cambió estadísticamente entre el estudio preoperatorio, intraoperatorio y postoperatorio.

 

Conclusión / discusión

Este es el primer estudio prospectivo evaluando los resultados del tratamiento quirúrgico de la HHD y/o RG. La evaluación de resultados clínicos es difícil en estos pacientes ya que la enfermedad se presenta con signos clínicos muy diferentes y difíciles de calificar o cuantificar. La mayoría de los propietarios reportan una disminución significativa de la puntuación del cuestionario en postoperatorio referente a la regurgitación tras la comida y durante un estado de excitación o ejercicio; en cambio, la diferencia no es significativa en la frecuencia de regurgitación tras el ejercicio. Esto demuestra que un número importante de pacientes no mejoran a ojos de sus propietarios tras el tratamiento quirúrgico, lo que podría hacer que tomásemos en consideración cambios en el tratamiento quirúrgico de esta patología. Los estudios de videofluoroscopia han sido el “gold standard” para el diagnóstico funcional de problemas de motilidad esofágica, pero una limitación clara de este examen es que estos problemas de disfunción de la motilidad son, muchas veces, intermitentes, por lo que no se pueden diagnosticar en un solo examen. Los perros con signos clínicos más severos según los propietarios no son necesariamente los que presentan los cambios más severos en la videofluoroscopia. Este estudio muestra que, aunque la mayoría de los perros mejoran de sus signos clínicos según el cuestionario, existe una evidencia de persistencia de la hernia y de reflujo en una proporción importante de los pacientes. Basándonos en los estudios de PI y a las observaciones hechas, se necesitan estudios en los que personalicemos más los tratamientos en razas diferentes o incluso en diferentes perros de una misma raza; es posible, por ejemplo, que la reducción del hiato sea solo necesaria en ciertas razas o en perros individuales, o incluso que ciertas razas respondan mejor al tratamiento médico. La limitación principal del estudio es el diferente tratamiento médico en preoperatorio e incluso en el postoperatorio; los diferentes protocolos anestésicos han podido influenciar en los resultados de PI, al igual que el diferente tratamiento del síndrome braquiocefálico en el mismo tiempo quirúrgico en determinados pacientes. Este estudio nos proporciona datos para explicar mejor a los propietarios los posibles resultados quirúrgicos de esta patología, ya que, aunque la mayoría de signos clínicos y videofluoroscópicos mejoran, no fue el caso para todos los perros, que pueden presentar una persistencia de los signos clínicos.

 

Grado de medicina basada en la evidencia

Grado de evidencia IV (muestra pequeña).