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Autores: García-Sanz V.; Aguado D.; Gómez de Segura I. A.; Canfrán S. Revista: Vet Anaesth & Analg Año: 2021 Número: 48: 841-853 Tipo de Estudio Estudio clínico prospectivo, aleatorizado, no ciego, realizado en 32 perros sanos sometidos a una variedad de cirugías realizadas en posición de decúbito dorsal. Se excluyeron del estudio perros categorizados como ASA III o superior, pacientes obesos (BCS=8-9), perros con enfermedad cardiorrespiratoria o aquellos programados para cirugía mediante técnicas de laparoscopia o toracoscopia, entre otros criterios. Objetivos del estudio La anestesia general facilita la aparición de atelectasias pulmonares en humanos que persisten tras la extubación en un porcentaje elevado de casos. Estas atelectasias alteran el intercambio gaseoso y acarrean riesgo de infección y/o disfunción ventilatoria en el postoperatorio. En anestesiología humana se reduce la incidencia de complicaciones pulmonares si se realizan maniobras de reclutamiento alveolar escalonado (MRAs), seguidas de aplicación de presión positiva al final de la espiración (PEEP), cuyo efecto positivo puede prolongarse incluso durante días en el posoperatorio. Se desconoce el efecto potencialmente beneficioso que la aplicación de estas técnicas pueda aportar durante la recuperación anestésica en el perro. Este trabajo evalúa en perros sanos el efecto de la realización intraoperatoria de MRAs seguidas de aplicación individualizada de PEEP, frente a la utilización en exclusiva de ventilación espontánea (VE) o de ventilación mecánica controlada (VMC) sin MRAs ni PEEP, sobre la oxigenación arterial en fases tempranas del postoperatorio. Se define PEEP individualizada como la PEEP ajustada a máxima compliancia (distensibilidad) del sistema respiratorio (Csr) +2 cmH2O. Diseño y resultados principales Los perros incluidos en el estudio se ventilaron (FiO2 de 0,5) bajo una de las siguientes estrategias ventilatorias: VE o VMC en exclusiva, y VMC con aplicación de PEEPmaxCrs+2 tras realizar una (MRA1) o dos MRAs (MRA2, ésta última al finalizar la cirugía). Se realizaron gasometrías arteriales antes de iniciar las estrategias ventilatorias estudiadas, al acabar la cirugía, y a los 5,10,15, 30 y 60 minutos tras la extubación, período en el que los pacientes respiraban aire ambiental. Los datos se analizaron estadísticamente utilizando test de Kruskall-Wallis y Friedman (p<0,05). Bajo las condiciones del estudio no se observaron diferencias estadísticamente significativas en los valores de PaO2 entre las diversas estrategias ventilatorias aplicadas. Otros registros efectuados como ratio PaO2/FiO2 y diferencia alveolo-arterial de oxígeno P(A-a)O2 tampoco arrojaron diferencias significativas entre grupos. A los 5 minutos tras la extubación la PaO2 era de 95,1 (78,1-104), 93,8 (88,3-104), 96,9 (86,6-115) y 89,1 (87,6-102) mmHg en los grupos VE, VMC, MRA1 y MRA2 respectivamente. Los valores de PaO2 disminuyeron a los 30 minutos tras la extubación en los grupos VMC, MRA1 y MRA2 (p<0.,05), no observándose estas diferencias en el grupo VE. Se observó disminución significativa de la PaO2 a los 60 minutos de recuperación respecto a los valores determinados a los 5 minutos tras la extubación en el grupo MRA1. Se detectó hipoxemia moderada (PaO2 60-80 mmHg) en un paciente del grupo MRA1, y en dos pacientes de los grupos VE y MRA2, aunque no se encontraron diferencias significativas entre los grupos. Ningún perro presentó valores de SpO2 <90% ni de PaO2 < 60 mmHg que requiriesen del empleo de oxígeno suplementario tras la extubación. Conclusión/discusión A pesar de las evidencias existentes sobre la utilidad de las técnicas de MRAs seguidas de PEEPmaxCrs+2 para reducir la incidencia de complicaciones ventilatorias en la recuperación anestésica de seres humanos, su utilización intraoperatoria en perros sanos sometidos a cirugía, en posición de decúbito dorsal, no mejoró la oxigenación arterial en comparación al uso exclusivo de VE o VMC en fases tempranas de la recuperación. Por ello, éstas estrategias ventilatorias podrían no aportar ninguna ventaja para mejorar la oxigenación arterial y reducir el riesgo de complicaciones ventilatorias a corto plazo tras la anestesia de perros sanos no obesos, bajo condiciones clínicas similares a las contempladas en el estudio. Su posible utilidad en perros con enfermedad pulmonar, hipoxemia, obesidad o sometidos a cirugía mediante técnicas de toracoscopia o laparoscopia deberá ser objeto de futuros estudios. Grado de medicina basada en la evidencia Evidencia de grado II asignable a estudios de diseño prospectivo, controlado y aleatorizado con cálculo de tamaño muestral. Autores: McClintock D., Austel M., Gogal R. M., Banovic Jr and F. Revista: Veterinary Dermatology Año: 2021 Número: 32: 497-e137 Tipo de estudio Estudio abierto. Objetivos del estudio La hipótesis de los autores fue que la solución de dexametasona sodio fosfato (DexSP) se absorbería sistémicamente en gatos sanos tras su administración oral y que reduciría rápidamente el prurito y los signos clínicos en un valor igual o superior al 50 % del valor inicial en pacientes felinos con hipersensibilidad cutánea. Por lo tanto, los objetivos principales de este estudio fueron dos. En primer lugar, determinar la absorción sistémica de la dexametasona tras una sola administración de DexSP solución por vía oral en gatos sanos mediante la medición de las concentraciones séricas del fármaco usando un ensayo inmunoabsorbente ligado a enzimas (ELISA). En segundo lugar, estudiar la eficacia clínica de la administración de la solución DexSP por vía oral en la reducción del prurito y de las lesiones clínicas de gatos con hipersensibilidad cutánea mediante un estudio abierto. Diseño y resultados principales En el primer estudio se reclutaron siete gatos sanos, sin signos clínicos aparentes y sin alteraciones en los exámenes hemato-químicos urinarios. Se les administró una dosis única de 0,2 mg/kg de DexSP por vía oral y las concentraciones séricas se midieron utilizando un ELISA a los 0, 15, 30, 60 y 120 minutos tras la administración del fármaco. Todos los gatos sanos toleraron la administración oral de DexSP. Sólo en un gato se observó ptialismo leve. Según lo medido por el ELISA, los siete gatos mostraron una absorción sérica detectable de DexSP en todos los puntos de tiempo después de la administración, siendo esta máxima a los 60 minutos en cuatro gatos, y a los 120 minutos en los otros tres gatos. Se detectó una marcada variabilidad en la concentración sérica de DexSP para todos los puntos de tiempo examinados en este estudio. En el estudio abierto se incluyeron inicialmente 19 gatos, aunque al final sólo 12 pudieron ser analizados por descartarse a siete pacientes del análisis por incumplimiento del protocolo terapéutico. Once de los 12 gatos presentaban alopecia autoinducida. En los pacientes se evaluó el SCORing Feline Allergic Dermatitis (SCORFAD) y la escala analógica visual de prurito (pVAS) en la visita 1 (V1) y después de 20 a 31 días (V2) de recibir 0,2 mg/kg/día de DexSP por vía oral. Se realizaron hemogramas completos, perfil químico-sérico y análisis de orina en el 50% de los pacientes felinos en ambas visitas. En comparación con la V1, se observó una reducción significativa del SCORFAD y del pVAS en la V2. Conclusión/Discusión Este estudio demuestra la absorción sistémica del DexSP administrada por vía oral en el gato; sin embargo, existe una marcada variabilidad en la concentración sérica de DexSP en gatos sanos, similar a los hallazgos de un estudio realizado anteriormente. Una limitación en esta primera parte del estudio es que el ELISA en suero utilizado no ha sido validado para gatos, aunque se ha utilizado en esta y otras especies de animales con anterioridad. Se trata del primer estudio que describe el efecto clínico de la administración oral de una formulación intravenosa de DexSP sobre el prurito y las lesiones cutáneas en gatos con hipersensibilidad cutánea. Aunque las variables clínicas estudiadas se redujeron significativamente, se trata de un estudio preliminar, cuyas grandes limitaciones fueron el número reducido de gatos incluidos, el breve periodo de tratamiento y la falta de un grupo de control. Para confirmar los beneficios clínicos mostrados en este estudio es necesario realizar un ensayo clínico randomizado, doble ciego y controlado con un número elevado de pacientes. Grado de medicina basado en la evidencia Grado IV. Autores: Silva A, Oliveira HS, Gomes AAD, Beserra HEO, Silva JP, Santos-Doni TR, Tsunemi MH, Marcondes M, Rahal SC, Mamprim MJ Revista: Veterinary Parasitology Año: 2021 Número: 299, 109569 Tipo de estudio Estudio prospectivo con 46 perros. Objetivos del estudio Este estudio evalúa la frecuencia de alteraciones articulares en perros diagnosticados de leishmaniosis. Diseño y resultados principales Se evalúan perros enviados al centro de control de zoonosis de Bauru (Brasil) diagnosticados de leishmaniosis, mediante serología y detección de amastigotes en citología de linfonodos, durante un periodo de 3 meses (2013). Se incluyen finalmente 46 perros, que son sometidos a un examen ortopédico completo y a estudios de imagen (radiografías y tomografía axial computerizada -TAC-) de varias articulaciones (codo, rodilla, carpo y tarso, derechos e izquierdos). Observan que el 91,3% (42/46) de los perros presentan alteraciones articulares. En el 67,3% (31/46) de los casos no se observan alteraciones en el examen ortopédico, pero sí en los estudios de imagen (19 perros en ambas técnicas y 12 sólo en el TAC). Las alteraciones que se detectan en el examen ortopédico consisten en rigidez articular, cojera, inflamación de tejidos blandos alrededor de la articulación, dolor, crepitación y pérdida de funcionalidad. En las radiografías y TAC se detectan alteraciones como: patrón trabecular, esclerosis del hueso subcondral, osteólisis, lesiones óseas mixtas (osteolíticas-proliferativas), inflamación de tejidos blandos, estrechamiento del espacio articular, proliferación ósea, osteofitos y quistes óseos. Conclusión/discusión Dado que vivimos en un área endémica de leishmaniosis, es importante conocer qué lesiones puede producir la leishmaniosis en los perros que acuden a nuestras consultas, y entre ellas se encuentran las alteraciones articulares. Como se revela tras los resultados de este trabajo, es interesante destacar que un gran porcentaje (67,3%) de animales con leishmaniosis puede presentar alteraciones articulares de forma subclínica. La lesión articular se produce fundamentalmente por mecanismos inmunomediados (reacción de hipersensibilidad tipo III, con una inflamación neutrofílica por el depósito de inmunocomplejos), pero también por la presencia del parásito en la articulación (desencadenando una inflamación más de tipo granulomatoso). Las lesiones que se observan en la articulación pueden ser de diferente índole, detectándose lesiones erosivas, cambios osteoproliferativos y lesiones mixtas, con lo que en ocasiones podría confundirse con otro tipo de enfermedades óseas (osteomielitis y neoplasias, entre otras). Por ello, conviene recordar la importancia de incluir la leishmaniosis en el diagnóstico diferencial de perros que se evalúan con lesiones articulares. Grado de medicina basada en la evidencia Grado de evidencia III.Individualized positive end-expiratory pressure following alveolar recruitment manoeuvres in lung-healthy anaesthetized dogs: a randomized clinical trial on early postoperative arterial oxygenation
Oral dexamethasone sodium phosphate solution significantly reduces pruritus and clinical lesions in feline hypersensitivity dermatitis: an open-label study
Joint involvement in canine visceral leishmaniasis: orthopedic physical examination, radiographic and computed tomographic findings