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Autores: Taylor S S, Coggins S, Barker E N et al Revista: J Feline Med Surg Año: 2023 Número: Sep;25(9):1098612X231194460 doi: 10.1177/1098612X231194460. Artículo recomendado y traducido por Albert Lloret, Editor Asociado en la especialidad de Medicina Felina. Objetivos del estudio Estudio clínico retrospectivo que valora la evolución de gatos con PIF tratados con antivirales formulados legalmente para su uso en gatos desde 2021 en UK y Australia (remdesivir inyectable y GS-441524 oral). En los estudios publicados hasta este momento los gatos habían sido tratados con presentaciones no registradas con composiciones o dosificaciones no controladas oficialmente. Resultados Se incluyen 307 gatos confirmados de PIF mediante inmunocitoquímica y/o RT-qPCR de FCoV positiva en efusiones o aspirados, o bien gatos altamente sospechosos de PIF. Se incluyeron 307 gatos que fueron tratados con remdesivir, remdesivir y GS-441524, o bien GS-441524 únicamente. El 71% de los gatos presentaban efusiones en el momento del diagnóstico. En el 14% de los gatos predominaban los signos neurológicos en el momento del diagnóstico y en el 7,5% de los pacientes los signos oculares. El 33,9% de los gatos fueron tratados solamente con remdesivir inyectable con una dosis promedio de inicio de 10mg/kg (5-20). El 55.7% de los animales fueron tratados inicialmente con remdesivir inyectable y pasados unos días se continuó con GS oral con una dosis promedio de 12mg/kg (5-27). El 10,4% de los gatos se trataron solamente con GS oral con una dosis promedio de 12.9 mg/kg (8.3-20). El tratamiento fue inicialmente de 84 días, pero el 16,6% de los pacientes se trataron durante más tiempo (87 a 330 días). El 88,6% de los gatos estaban vivos al final del periodo inicial de tratamiento, y el 84,4% estaban vivos en el momento de cerrar el estudio. El 10,8% de pacientes sufrieron recidivas tras completar el tratamiento inicial, y algunos de ellos fueron tratados de nuevo y respondieron. El 57% de los gatos manifestaron algún efecto adverso, generalmente leves. Los efectos adversos más frecuentes fueron dolor en el punto de inyección, aumentos de ALT, eosinofilia y linfocitosis. Los gatos tratados con remdesivir y GS, o bien GS solamente, tuvieron unos resultados mejores que los gatos tratados únicamente con remdesivir. Conclusión Este estudio demuestra que el uso de análogos de los nucleósidos formulados específicamente para su uso veterinario es altamente efectivo en el tratamiento del PIF en todas sus presentaciones clínicas. El uso de GS oral parece tener una ventaja sobre el remdesivir inyectable como único tratamiento, pero éste sigue siendo una buena opción en países donde no se pueda acceder al GS oral o en gatos que no toleren la vía oral. Una buena respuesta durante los primeros 30 días está asociada con los mejores resultados a largo plazo. Nivel evidencia científica: (nivel III) estudio clínico retrospectivo. Autores: V.W. Moore, J. White, A. M. Marchevsky Revista : Vet Surg Año : 2023 Numero: 52(4):513-520 Artículo recomendado y traducido por Esteban Pujol, Editor Asociado en la especialidad de Cirugía de Tejidos Blandos Tipo de estudio Retrospectivo. Objetivo El objetivo del estudio fue evaluar la asociación entre la localización de masas hepáticas y los resultados a corto plazo (14 días) tras su escisión quirúrgica. La hipótesis de los autores es que las masas solitarias en la división derecha del hígado no deberían suponer un aumento de la mortalidad. Diseño y resultados principales Se incluyeron en el estudio los perros con un diagnóstico y tratamiento quirúrgico de una masa solitaria hepática entre febrero de 2008 y enero de 2020. Se excluyeron los pacientes con cirugías concomitantes, o aquellos donde faltaban datos en el historial. Los datos que se recolectaron fueron la raza, edad en el momento de la cirugía, peso, sexo, localización de la masa hepática, técnica de resección, talla de la masa, otros procedimientos realizados, y la extensión de la incisión quirúrgica en el tórax. También se anotó el grado de resección hepática, número de lóbulos extirpados y diagnóstico histopatológico. Se comparó la proporción de masas en la división derecha (comparado a las presentes en la división central e izquierda) de los casos que no se operaron en el mismo periodo del estudio, con la proporción de masas de la división derecha que se operaron. La localización de las masas se definió como en la división izquierda (medial, lateral o en el proceso papilar del lóbulo caudado), central (cuadrado o medial derecho), o derecha (lateral derecho y proceso caudado del lóbulo caudado). Si la masa afectaba a una combinación de la división central e izquierda se consideraba izquierda; y si afectaba a una combinación de la división central y derecha, se consideraba derecha. La talla de la masa se midió en cm cúbicos de los archivos de imagen (tomografías o ecografías). La técnica de resección quirúrgica consistió en el uso de una grapadora toracoabdominal (TA), disección hilar, u otro; que podía incluir sellador o ligadura circunferencial. La extensión de la incisión quirúrgica en el tórax implica el uso de una esternotomía o diafragmotomía para ayudar en el acceso quirúrgico. Se incluyeron un total de 124 pacientes (media de edad 11,5 años) y con un peso medio de 14 kg (de 7,4 a 24,9 Kg), 57 machos y 67 hembras; con una media de seguimiento de 286 días. Las masas invadían 1 lóbulo en el 96% de los perros, 2 lóbulos en 24 perros, 3 lóbulos en 2 perros y 4 lóbulos en 1 perro. La lobectomía hepática involucraba el lóbulo lateral izquierdo en 51 pacientes, medial izquierdo en 33, cuadrado en 25, medial derecho en 23, lateral derecho en 11, el proceso caudado del lóbulo caudado en 9, y el proceso papilar del lóbulo caudado en 2. La lobectomía se consideró como de división izquierda en 72, central en 34 y de división derecha en 18. Se realizó una lobectomía completa en 98 perros y parcial en 26. Se extendió la incisión hacia tórax para mejorar la visualización en 27 pacientes (13 mediante esternotomía y 14 mediante diafragmotomía). Se realizaron otros procedimientos en el mismo tiempo quirúrgico en 56 perros (esplenectomía en 22, colecistectomía en 12, linfoadenectomía a 6, escisión de masas cutáneas a 5, gastropexia a 4, biopsia pancreática a 5, enterotomía o gastrostomía a 4, biopsias intestinales a 3 y cistotomía, esfínter uretral artificial y extracción de una masa abdominal en 1. La lobectomía hepática se realizó mediante grapadora TA en 65 perros, disección hilar con ligadura de los vasos en 51 perros, usando el sellador en 6 perros y con una ligadura circunferencial en 1. Se diagnosticaron 75 carcinomas hepatocelulares, 25 adenomas hepatocelulares, 7 hemangiosarcomas, 6 hiperplasias nodulares hepáticas, 2 sarcomas histiocíticos, 2 carcinomas biliares y uno de cada uno de los siguientes: hematoma, carcinoide, adenocarcinoma metastático, enfermedad poliquística y adenoma hepatocelular con metástasis de mastocitoma. Murieron 8 de 124 pacientes (6,5%), 2 pacientes con lobectomías de la división derecha y 6 de la división central. Ninguna variable es estadísticamente significativa para predecir la mortalidad. No hay un aumento de la mortalidad cuando se reseccionan masas de la división derecha comparando a la división izquierda o central. Se notificaron 11,3% (14/124) complicaciones intraoperatorias; se necesitó una transfusión de productos sanguíneos en el 26,6% (34/124) de los casos, de los cuales en 7 se realizó intraoperatoriamente o postoperatoriamente debido a una hemorragia intraquirúrgica, y en 11 se lesionaron vasos sanguíneos importantes que requirieron su reparación (vena cava caudal, vena hepática o vena esplénica). El uso de sellador, ligadura circunferencial o disección hilar está asociado con 19 veces mas posibilidades de tener complicaciones intraoperatorias comparado con el uso de grapadora TA. Las masas de la división izquierda están asociadas con una menor tasa de complicaciones intraquirúrgicas; y las masas de la división central, comparando con las de división derecha, aunque están cerca, no son un predictor de complicaciones intraoperatorias. Las complicaciones postoperatorias ocurrieron en 35/122 perros (28,7%); entre las más comunes destacan los signos gastrointestinales (21), pirexia (12), necesidad de oxigenoterapia (12), hipoproteinemia (5), hipotensión (3), arritmias (3), neumonía por aspiración (3), signos neurológicos (2), problemas de herida (2), pancreatitis (2), piotorax (1) y peritonitis séptica (1). La extensión de la incisión quirúrgica en el tórax se asocia con un aumento de 9 veces el riesgo de desarrollar complicaciones postoperatorias. La técnica quirúrgica utilizada también se asocia a un aumento de las complicaciones; así, el uso de la disección hilar, sellador o ligadura circunferencial tiene 4,4 veces mas riesgo que el uso de grapadora TA. Así mismo, la realización de la cirugía por un especialista y el mayor peso corporal del paciente está asociado con un menor riesgo de complicaciones. Discusión / conclusión El manejo quirúrgico de los perros con una masa de la división derecha no está asociado con una mortalidad más alta o con un aumento de las complicaciones postoperatorias en comparación con las masas de la división central o izquierda; Sin embargo, las masas de división derecha están asociadas con un aumento de las complicaciones intraquirúrgicas. La resección de masas en la división derecha está asociada con un riesgo 88% superior de tener complicaciones intraquirúrgicas comparado con las masas de la división izquierda. La lesión de la vena cava caudal ocurrió en los casos con masa de la división derecha o central, pero no de la división izquierda. No existen diferencias significativas en el riesgo de tener complicaciones intraquirúrgicas entre las masas de la división central y la derecha. La mortalidad perioperatoria de un 6,5% en este estudio es comparable a otras investigaciones. La localización de la masa no afecta a la mortalidad. El uso de una grapadora TA está asociada con un menor número de complicaciones; de la misma manera, el aumento del peso del paciente está asociado a una menor tasa de complicaciones postoperatorias. Las masas de la división derecha no están asociadas a un mayor número de complicaciones directamente, pero sí indirectamente debido a que las masas de esta división están mas predispuestas a necesitar un abordaje extensivo hacia tórax, y en este estudio la extensión a tórax está asociada con un riesgo 9 veces mas alto de tener complicaciones postoperatorias. Una de las limitaciones de esta investigación es la presencia de un bajo número de masas de la división derecha comparado con la división central o izquierda y su naturaleza retrospectiva. En conclusión, la resección quirúrgica de masas de la división derecha está asociada con un aumento del riesgo de tener una hemorragia o de lesionar grandes vasos en el momento de la intervención. La localización de la masa no está directamente asociada con un aumento de las complicaciones postoperatorias, pero sí con un aumento del riesgo a tener que realizar una extensión del abordaje, lo que aumenta la morbilidad. Nivel evidencia científica: (nivel III) estudio clínico retrospectivo.Retrospective study and outcome of 307 cats with feline infectious peritonitis treated with legally sourced veterinary compounded preparations of remdesivir and GS-441524 (2020–2022)
Association between divisional location and short-term outcome of liver mass resection in 124 dogs