Revista Oficial de AVEPA

Clínica Veterinaria de Pequeños Animales - Volumen 44 / Nº 1 / Marzo 2024

Journal Club

A retrospective evaluation of phenobarbital-induced hematologic changes in 69 cats

Autores: Dohány A, Guija-de-Arespacochaga A, Fux D, Silberbauer C and Pákozdy A

Revista: Veterinary Clinical Pathology

Año: 2023

Número: 52; 601–606

DOI: 10.1111/vcp.13259

Artículo recomendado y traducido por Esther Torrent, Editora Asociada en la Especialidad de Patología clínica.

Tipo de estudio

Retrospectivo. 

Objetivos del estudio 

Evaluar la prevalencia de citopenias y su significación clínica en gatos en tratamiento con fenobarbital.

Diseño y resultados principales

Se recopilaron datos sobre 69 gatos que recibieron tratamiento con fenobarbital (únicamente, o junto con otros fármacos antiepilépticos) por sospecha de epilepsia idiopática. Los hemogramas de estos pacientes se clasificaron según el tiempo de tratamiento con fenobarbital y la presencia de anemia, leucopenia, neutropenia y trombocitopenia. Las citopenias se clasificaron como leves, moderadas, graves o potencialmente mortales. Los casos de trombocitopenia con agregados plaquetarios no se incluyeron en el estudio.

Un 76,8% de los gatos tuvieron hemogramas con citopenias, con un 23,3% de los pacientes con una única citopenia, un 39,1% con dos, un 13% con tres y un 1,4% (un único individuo) con cuatro citopenias.  

Se encontró neutropenia en el 60% de los gatos y leucopenia en el 49,3%. La leucopenia y neutropenia persistió en diferentes hemogramas en el 58,5% y el 66,7% de los pacientes, respectivamente. La neutropenia fue leve en la mayoría de los casos, y moderada en 5 casos. Un gato desarrolló neutropenia severa a los 114 días de tratamiento; y otro paciente, neutropenia potencialmente mortal a los 571 días; ninguno de ellos mostró signos clínicos. 

Se observó trombocitopenia en el 24,1% de los pacientes (7/29), que fue moderada en dos casos, siendo persistente en uno de ellos, y también sin signos clínicos.

Un 20,3% de los gatos tuvo anemia no-regenerativa, de grado leve o moderado. En nueve pacientes la anemia se normalizó en hemogramas posteriores. De los cinco pacientes restantes, dos presentaban azotemia y otros dos hiperglobulinemia. Los pacientes que recibieron levetiracetam en combinación con fenobarbital tuvieron tendencia a un hematocrito más bajo. 

Las concentraciones de leucocitos y neutrófilos previas al tratamiento con fenobarbital fueron significativamente superiores a las de después del tratamiento. Los leucocitos y neutrófilos mostraron una tendencia a disminuir con el tiempo del tratamiento, pero no así el hematocrito y la concentración plaquetar.

Conclusión/Discusión

En comparación con estudios similares realizados en perros, los gatos en tratamiento con fenobarbital tuvieron una mayor prevalencia de citopenias, en general de grado leve o moderado. Las citopenias más prevalentes fueron la leucopenia y neutropenia, que se mantuvieron en el tiempo. Los casos de anemia detectados podrían no estar relacionados con el fenobarbital, ya que algunos pacientes mejoraron por sí solos, y otros tenían otras patologías concomitantes. Los resultados del estudio indican que las citopenias son frecuentes en gatos en tratamiento con fenobarbital, pero ya que son de grado leve o moderado, el cambio de tratamiento sólo debería tenerse en cuenta en casos excepcionales. Aun así, se debería seguir de cerca a los pacientes con neutropenias severas con atención a posibles infecciones secundarias.

Grado de medicina basado en la evidencia

Evidencia de grado III asignable a un estudio retrospectivo. 

Abdominal ultrasonographic findings of cats with feline infectious peritonitis: an update

Autores: Müller TR, Penninck DG, Webster CRL, O Conrado F.

Revista: Journal of Feline Medicine and Surgery

Año: 2023

Número: 25 (12).

DOI: 10.1177/1098612X231216000

Artículo recomendado y traducido por Marta Soler, Editora Asociada en la Especialidad de Diagnóstico por Imagen.

Tipo de estudio

Estudio retrospectivo de gatos con confirmación diagnóstica, o muy alta sospecha, de peritonitis infecciosa felina (PIF) tratados en el hospital veterinario de referencia durante un periodo de 9 años a los que se les realizó un estudio ecográfico abdominal en los 7 días tras la admisión.

Objetivos del estudio

Describir las lesiones ecográficas abdominales en gatos con PIF y evaluar las características que podrían respaldar su diagnóstico. La hipótesis de los autores fue que la PIF presenta una mayor prevalencia de lesiones ecográficamente visibles en abdomen, especialmente en el tracto gastrointestinal (TGI) que las que se describen hasta la fecha.

Diseño y resultados principales

Los datos registrados de los animales fueron: sexo, edad, raza, signos clínicos y su duración, hemograma y bioquímica, análisis de la efusión peritoneal, test molecular, hallazgos cito/histopatológicos y seguimiento del animal.

Las características ecográficas que se evaluaron fueron: 

- Presencia, ecogenicidad, cantidad de efusión peritoneal / retroperitoneal.

- Ecogenicidad de la grasa mesentérica.

- Grosor, ecogenicidad y márgenes de los linfonodos abdominales (> 5mm grosor: aumentados).

- Evaluación hepatobiliar: tamaño subjetivo del hígado, ecotextura, ecogenicidad, presencia de lesiones focales (número y tamaño), dilatación del colédoco (> 4mm), engrosamiento de la pared de la vesícula biliar (VB) (> 1mm) y su contenido.

- Evaluación TGI: espesor de la pared, de las capas y extensión y distribución de lesiones.

- Bazo: normal si el espesor medio era ≤ 1 cm; valorando subjetivamente ecogenicidad y ecotextura.

- Riñones: tamaño, forma, ecogenicidad, presencia de lesiones focales, borde subcapsular y pielectasia.

- Vejiga: grosor de la pared y contenido anormal.

En el estudio se incluyeron 25 gatos; doce con diagnóstico definitivo (por inmunohistoquímica o PCR), y 13 con diagnóstico altamente sospechoso de PIF: por hallazgos histopatológicos (de análisis de líquidos y citologías) compatibles con inflamación piogranulomatosa, además de sintomatología y parámetros sanguíneos.

La edad media de presentación fue de 3,5 años (3 meses – 12,2 años) con un 36% que eran menores de 2 años y un 20% mayores de 11 años. No se observó predisposición por sexo. La mayoría (14/25) era de raza común de pelo corto.

Los signos clínicos más frecuentes fueron anorexia / hiporexia (80%) y letargia (56%), mientras que la duración de los síntomas, en un 68% de los animales, fue de más de una semana.

En cuanto a los hallazgos ecográficos el 92% de los pacientes tuvieron afectación de 2 o más órganos:

- Efusión peritoneal / retroperitoneal (anecógena o levemente hipoecogénica) en grado variable en el 88%.

- Alteraciones hepáticas en un 80%, con hepatomegalia (65%) y disminución difusa de la ecogenicidad (60%) como hallazgos más frecuentes.

- Linfadenopatía en el 80%: multifocal en el 65%, especialmente involucrando a los LN yeyunales, seguidos de ileocecales, cólicos y hepáticos, y en menor medida, pancreático duodenal e ilíacos mediales.

- Alteraciones intestinales en el 68%, caracterizadas por engrosamiento asimétrico de la pared y/o pérdida de capas; de localización en unión ileocecal y/o colon en el 52%, seguido de lesiones en yeyuno (con aumento del grosor de la capa muscular) e íleon. En estómago, duodeno y páncreas no se evidenciaron alteraciones.

- El bazo se visualizó alterado en un 36% (9/25) incluyendo esplenomegalia y ecotextura moteada.

- Se dieron cambios evidentes a nivel de los riñones en un 32%, mostrando renomegalia uni/ bilateral, pérdida de definición de la unión cortico-medular, presencia de borde subcapsular hipoecogénico, pielectasia y nódulos hiperecogénicos en la cortical.

- Se detectaron anomalías en el mesenterio y en el peritoneo en un 28% y un 16% de los gatos, respectivamente.

Conclusión/discusión

1. Existe mayor incidencia de anomalías ecográficas en hígado, linfonodos, intestino, mesenterio /peritoneo, bazo y riñones en gatos con PIF que la descrita hasta el momento; algunas de estas alteraciones, como en mesenterio y peritoneo, no se habían descrito previamente.

2. Todos los gatos tuvieron dos o más alteraciones en la ecografía abdominal, reflejando la naturaleza multisistémica de esta infección

3. Aunque los hallazgos de imagen ecográficos no son específicos, la combinación de la efusión y afectación de varios órganos, junto con la reseña, historia, sintomatología y datos laboratoriales, ayudan a priorizar la PIF como diagnóstico. 

4. La ecografía facilita la toma de muestras de líquido abdominal y/o de órganos afectados para histopatología, inmunohistoquímica o pruebas moleculares, que son fundamentales para realizar un diagnóstico definitivo de PIF. Además, en dos animales se instauró una terapia antiviral novel y el seguimiento ecográfico mostró resolución de parcial a completa, confirmando que la ecografía es una herramienta valiosa para evaluar la respuesta el tratamiento.

Grado de medicina basado en la evidencia

Evidencia de grado III asignable a un estudio retrospectivo.

Outcome of rest with or without bandaging for treatment of carpal flexural contracture deformities in puppies: 47 puppies and 75 joints (2000–2018)

Autores: Petazzoni M, Mortellaro CM, Esposito A, Ferrari F, Piras A, Boudrieau RJ.

Revista: Journal of the American Veterinary Medical Association.

Año: 2022

Número: 260 (3)

DOI: 10.2460/javma.20.10.0556 

Artículo recomendado y traducido por Alberto Ginés, Editor Asociado en la Especialidad de Traumatología.

Tipo de estudio

Estudio clínico retrospectivo.

Introducción

La deformación flexural del carpo, también denominada hiperflexión carpal, es una patología musculo-tendinosa causada por la contractura del músculo flexor carpo-cubital en animales jóvenes que da lugar a una deformidad del antebrazo. Aunque este problema suele ser bilateral, no siempre los miembros torácicos se ven afectados al mismo tiempo ni tampoco la severidad de la contractura es siempre igual en cada miembro.

La manifestación clínica típica de este problema es una cojera aguda con una desviación del apoyo del miembro torácico hacia la cara lateral de los dedos y una hiperflexión carpal. Animales en desarrollo de razas medianas y grandes suelen verse más afectados.

Objetivo del estudio

El objetivo de este estudio es describir el resultado del tratamiento de la deformidad flexural del carpo mediante tratamiento con sólo reposo, frente al tratamiento de vendaje y reposo.

Diseño y resultados principales

Para la realización de este estudio se realizó una revisión bibliográfica en dos clínicas veterinarias de Italia de casos de deformidad aguda unilateral o bilateral de los miembros torácicos y casos de cojera entre los años 2000 y 2018. El diagnóstico de deformación flexural del carpo se realizó en base a la presentación clínica y la historia del paciente.

Los casos en los que había efusión articular, deformidad ósea, laxitud articular o los pacientes en los que se perdió el seguimiento fueron excluidos del estudio. La severidad de la contractura y deformidad asociada fueron categorizadas en una escala de 1 a 3, siendo grado 1 los casos en los que el animal apoya en la cara lateral de los dígitos y no existe varo del antebrazo o procurvatum del carpo, grado 2 los casos en los que existe varo del antebrazo con flexión ligera sin procurvatum del carpo y grado 3 los casos con varo del antebrazo con flexión moderada o severa, y procurvatum del carpo presente.

Los animales afectados se trataron mediante sólo reposo, o reposo con vendaje, y la decisión de uno u otro fue tomada por el veterinario en el momento de la consulta. En los casos de solo reposo, este consistía en actividad limitada (no correr o saltar, y confinamiento en casa con paseos cortos con correa). En los casos en los que se recomendó reposo y vendaje, el vendaje utilizado fue un Robert-Jones modificado, y el reposo fue idéntico al anteriormente descrito. Los animales eran evaluados por el veterinario semanalmente.

Un total de 47 perros fueron incluidos en el estudio, de los que 16 tenían grado 1, 12 grado 2 y 19 grado 3 de deformación flexural del carpo. La edad media del diagnóstico inicial fue de unas 9 semanas.

En 30 pacientes el tratamiento fue de sólo reposo, y en 17 reposo y vendaje. El tiempo de recuperación fue de alrededor de semana y media en los casos de grado 1, 3 semanas los casos de grado 2 y algo más de 4 semanas para los casos de grado 3. En los pacientes de grado 3, la recuperación fue más lenta cuando el tratamiento fue sólo reposo frente al tratamiento de reposo y vendaje.

El tratamiento fue efectivo en todos los animales, y la cojera y la deformidad se resolvió en todos los casos.

Discusión/Conclusiones

Los resultados de este estudio demuestran que el tratamiento conservador, con sólo reposo o reposo y vendaje, fue una opción efectiva en estos casos para el tratamiento de la deformidad flexural del carpo. Para los cachorros con grado 3, el uso de un vendaje Robert-Jones modificado redujo el tiempo de recuperación frente al tratamiento de sólo reposo. El análisis de los datos también demostró que a medida que se incrementa la severidad de la deformidad y la edad del animal, el tiempo de recuperación se incrementa. Ninguno de los casos del estudio requirió de tratamiento quirúrgico. 

En el presente estudio el examen ortopédico fue suficiente para el diagnóstico de esta patología. La edad media de los animales afectados estaba dentro de los rangos anteriormente publicados, que van de 6 a 13 semanas de vida. 

No se realizaron radiografías a todos los pacientes, ya que, por regla general no aportan información alguna para el diagnóstico. Sin embargo, es fundamental recalcar que otras patologías pueden ser el origen de una deformidad del antebrazo, por lo que, si no se tiene claro el diagnóstico de una deformidad flexural del carpo durante el examen ortopédico, estaría indicada la realización de radiografías.

El presente estudio tiene ciertas limitaciones. Una importante es que la selección del tratamiento no fue asignada de forma aleatoria, y el tratamiento con sólo reposo fue elegido mayoritariamente para casos con severidad ligera o moderada, mientras que el reposo con vendaje fue seleccionado principalmente para los casos más graves. Igualmente, es una limitación la escala usada para determinar la severidad, ya que se basa sólo en la subjetividad del veterinario a la hora de realizar el examen ortopédico. Este estudio tampoco tiene en cuenta el posible uso de fisioterapia durante la recuperación.

Una de las principales complicaciones con el uso de vendajes en cachorros es la hiperextensión carpal por laxitud de los tendones flexores una vez se retira el vendaje. Esto sólo ocurrió en 2 de los 17 casos tratados con vendaje y reposo, y la hiperextensión se resolvió en menos de 48 horas tras la retirada del vendaje.

En conclusión, es muy raro que un caso de deformidad flexural del carpo requiera tratamiento quirúrgico, ya que el tratamiento conservador con sólo reposo o reposo y vendaje, sería suficiente para la resolución del problema. Para los casos más graves se recomienda el uso del vendaje para reducir el tiempo de recuperación. Es fundamental realizar revisiones periódicas por parte del veterinario. Estas revisiones se deberían realizar al menos semanalmente, sobre todo en los pacientes en los que se utilizan vendajes, ya que estos deben cambiarse muy frecuentemente (idealmente cada 5 días en cachorros muy jóvenes).

Grado de medicina basada en la evidencia

Evidencia de grado III asignable a un estudio retrospectivo.